Todas las que denominamos plantas de corredor, son las que en climas cálidos deben estar en sitios protegidos de la luz directa del sol, pero que necesitan muy buena luminosidad y aireación. Esta planta se dá muy bien en climas fríos en el exterior ya que la luminosidad y la temperatura son mucho menores. Sus flores pueden tener una gran diversidad de colores. Se debe cuidar mucho de el exceso de riego, ya que por una humedad alta puede facilitar la aparición de enfermedades en el cuello del tallo (o sea en el sitio donde este sale de la tierra)